lunes, 22 de octubre de 2007

La regidora Dubilia MOra se queja de llamadas a su casa por parte de una persona

- Dubilia Mora, “yo quiero referirme, no a este tema por que cuando corresponda lo haré, sino a la barbaridad, de yo me quedo impresionada, de cómo es posible que nosotros nos levantamos de aquí de una sesión municipal, a veces casi a las doce de la noche y llegando a mi casa, que ustedes saben, que don Jorge Rodríguez me hace el favor de irme a dejar siempre hasta mi casa. O sea, yo no duro nada para llegar a mi casa y cuando yo estoy abriendo la puerta de mi casa el teléfono está sonando para reclamarme cosas que aquí se comentan, que aquí se comentan, y es más cosas que ni siquiera se comentan, cosas que inventan, que le añaden... es una barbaridad, una falta de toda la vergüenza y de toda la dignidad, y de todo los principios morales que puedan existir, que aquí en este salón de sesiones en una de nuestras curules haya una persona que se levante de esta sesión para ir a llamar a chismear, a inventar y a levantar falsos es una barbaridad. Yo más o menos tengo idea quién es, y estoy segura que no tiene la hombría de levantar la mano para reconocerlo. Pero es una barbaridad que eso suceda, porque no solo inventa frases mías, sino de sus propios compañeros y esto es lo más vulgar que sucede en este salón de sesiones. Aquí doña María Luisa ha dicho muchas veces que yo levanto la voz cuando me manifiesto, hay cosas doña María Luisa que me hacen levantar la voz, y a mí siempre me ha llamado la atención que cuando yo lo hago usted me lo hace ver, y que el compañero Obregón que tiene el mismo problema que tengo cuando se manifiesta en cosas que no le parecen, que por vehemencia levantamos la voz usted nunca ha hecho la observación. Y yo le agradezco que usted esté siempre pendiente de mis acciones y de mis actuaciones. Pero yo sí quiero manifestarle a todos mis compañeros, que esto para mí es una vulgaridad, es doloroso llegar a mi casa a contestar el teléfono para que me reclamen a mí cosas que no he dicho, porque ponen palabras en mi boca y en las de todos los compañeros, inventan, y eso no tiene nombre. Por lo menos yo aquí tengo un problema, o una virtud o un defecto, de que las cosas las digo de frente a quién, pero no me aprovecho de la espalda de ninguno de ustedes compañeros para ir a clavarles el puñal. Y quiero decir esto, y don Allan que coste en actas porque es algo que a mí me topando, me está topando que haya una persona que se preste a estas cochinadas”.

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